El ambiente de la escuela presenta un desafío extremo para
cualquier persona que lucha o tiene algún déficit de atención.
Los estudiantes
deben centrarse intensamente en las palabras de su profesor mientras filtran la
dinámica de multitud de distracciones entre los 20 o más compañeros de clase (
conversaciones privadas, caída de lápices, inquietud y un sinnúmero de otras
distracciones dentro y fuera del aula). Los niños deben ordenar a través
de la información que escuchan, organizar y priorizar sus pensamientos,
planificar sus respuestas, y realizar el trabajo que se les asigna. Las
personas con problemas de atención crónica describen su mundo como una
cacofonía de distracciones, sin sonido, imagen o ideas necesariamente más
importantes unas que cualquier otra.
Las descripciones como éstas nos dán una pista en el
impacto negativo del problema de atención y sus consiguientes dificultades de
organización que pueden tener en la capacidad de aprendizaje deun niño . Según
muchos expertos, este tipo de trastornos, que a menudo comienzan en la primera
infancia, normalmente perduran durante la adolescencia y la edad adulta.
Varios estudios han sugerido que los niños con problemas de
atención corren un mayor riesgo de desarrollar muchos otros problemas sociales
y de comportamiento. Uno de estos estudios encontró que los adolescentes con
Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), uno de los trastornos de atención
más comunes, tienen calificaciones académicas más bajas.
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